El departamento de San Pedro tiene más de 150 km de costa sobre el río Paraguay y además cuenta con otros importantes cursos de agua como el río Ypane, Jejui, Aguaray Guazu, Manduvirä y numerosos arroyos de buen caudal que contribuyen a crear sitios naturales para las actividades de recreación. Uno de sus más conocidos lugares de descanso es Eco Tur Laguna Blanca, un espejo de agua de 150 hectáreas de extensión, con aguas cristalinas, playas de arena blanca y abundante presencia de aves, cerca de 300 especies en su entorno. Fue declarada Área de importancia para la conservación de las aves. En este sitio funciona un establecimiento para recibir a visitantes, con capacidad para alojamiento, actividades deportivas, navegación, buceo, natación, safari fotográfico, paseo a las dunas, etc.
La capital departamental es San Pedro del Ycuamandyyú, una ciudad que conserva construcciones antiguas, casas coloniales, lugares históricos y leyendas que forman parte de su identidad.
Otra ciudad importante del departamento es San Estanislao, que en la jerga popular es conocida como Santaní. Su historia se remonta a la época jesuítica de la reducción de San Estanislao de Kostka. Actualmente es un activo centro comercial donde confluyen los productores agrícolas del departamento.
Otros 18 distritos contribuyen con diferentes recursos a crear condiciones para que el turista encuentre en cada una de ellas los atractivos naturales y culturales que le permitan momentos de placer.
MISIONES
Históricamente reporta haber sido el centro de la evangelización jesuítica con sus reducciones de San Ignacio Guazú, Santa Rosa, Santiago y Santa María. En estas ciudades pueden observarse templos, museos, colecciones de imágenes y construcciones de aquella época. El circuito se interconecta con una red vial de buena calidad y se complementa con un buen servicio hotelero y gastronómico que se extiende a establecimientos rurales.
La capital de este departamento es San Juan Bautista, distante 196 km de Asunción por ruta 1. Es importante centro de producción agrícola y ganadera y es asiento de instituciones oficiales y culturales.
Las otras ciudades son San Ignacio, que conserva en su museo diocesano, preciosas piezas de la época jesuítica. La religiosidad popular llega a su cúspide con la procesión del viernes santo, que se inicia en el barrio Tañarandy, y que es acompañada con imágenes, luminarias, grupos de cantores (estacioneros), miles de fieles, y que finaliza con la recreación, en vivo, de famosos cuadros pictóricos o escultóricos inspirados en la pasión y muerte de Cristo.
Los puntos altos de Santiago son la Fiesta de la Tradición Misionera, que organiza el Club de Leones y el Festival Latinoamericano de la Doma y el Folklore (Estancia Tacuaty) que todos los años se realizan en los meses de enero y febrero.
A la vera del río Paraná se encuentra la ciudad de Ayolas, la más próxima a la represa hidroeléctrica de Yacyretá. Es famosa por sus pozos de pesca y por el movimiento comercial generado por acción de la misma hidroeléctrica. Cuenta con buena infraestructura hotelera.
CAAZAPÁ
El nombre de este departamento y de su capital sugiere la existencia de leyendas y de mágicos poderes que brotaron en los inicios de su existencia y durante la acción evangelizadora de los franciscanos de la colonia.
La creación de la fuente conocida con el nombre de Ykua Bolaños (fuente o surgente Bolaños) se atribuye a un acto milagroso con que el sacerdote aplacó la ira y la ansiedad con que un atormentado cacique buscaba agua para sí y para su tribu.
Con un gesto pontifical, Fray Luis de Bolaños logró que de la roca brotara agua y desapareciera por siempre la tribulación provocada por las sequías. Desde entonces, quien bebe esta agua queda atrapado por una magia que lo ligará por siempre con Caazapá.
El territorio caazapeño está fuertemente identificado con la cordillera del Yvytyruzú, en cuyo sistema se destacan los Cerros Tupãsy, Curusu, Mbatovi, Ñu Kañy, Pakuri y Moroti. Su hidrografía reconoce a los ríos Tebicuary y Tebicuarymi y la combinación de ambos elementos permite la creación de áreas de reserva natural y parques.
La ciudad de Caazapá se distingue por el patrimonio cultural e histórico forjado por los franciscanos. Su iglesia dedicada a San Pablo conserva retablos e imágenes tallados en madera. La capilla de San Roque es una obra original del siglo XVII, las casas que conservan el estilo colonial y las tradiciones populares que siguen teniendo vigencia, confieren un atractivo especial a la ciudad y a su gente.
La creación de la fuente conocida con el nombre de Ykua Bolaños (fuente o surgente Bolaños) se atribuye a un acto milagroso con que el sacerdote aplacó la ira y la ansiedad con que un atormentado cacique buscaba agua para sí y para su tribu.
Con un gesto pontifical, Fray Luis de Bolaños logró que de la roca brotara agua y desapareciera por siempre la tribulación provocada por las sequías. Desde entonces, quien bebe esta agua queda atrapado por una magia que lo ligará por siempre con Caazapá.
El territorio caazapeño está fuertemente identificado con la cordillera del Yvytyruzú, en cuyo sistema se destacan los Cerros Tupãsy, Curusu, Mbatovi, Ñu Kañy, Pakuri y Moroti. Su hidrografía reconoce a los ríos Tebicuary y Tebicuarymi y la combinación de ambos elementos permite la creación de áreas de reserva natural y parques.
La ciudad de Caazapá se distingue por el patrimonio cultural e histórico forjado por los franciscanos. Su iglesia dedicada a San Pablo conserva retablos e imágenes tallados en madera. La capilla de San Roque es una obra original del siglo XVII, las casas que conservan el estilo colonial y las tradiciones populares que siguen teniendo vigencia, confieren un atractivo especial a la ciudad y a su gente.
La feria industrial y artesanal y el Festival Ykua Bolaños que todos los años se lleva a cabo en el mes de enero en la ciudad de Caazapá forman parte del cuadro de atractivos con que se convoca a los turistas locales y extranjeros.
Un centro que gana espacios en el desarrollo de la zona es la ciudad de San Juan Nepomuceno. Concentra buena porción de la producción agrícola de la zona, su área de influencia se extiende a otras comunidades y tiene ofertas para satisfacer la demanda turística interna.
Un centro que gana espacios en el desarrollo de la zona es la ciudad de San Juan Nepomuceno. Concentra buena porción de la producción agrícola de la zona, su área de influencia se extiende a otras comunidades y tiene ofertas para satisfacer la demanda turística interna.