Praga es un cuento de hadas tan acostumbrado a los turistas que hará que no te sientas nunca solo. Esbarata, fácil de pasear (perderte es casi inevitable por las calles deStaré Město, pero las sorpresas son siempre rincones y tiendecillas dignas de foto) y tan bonita que te costará creer que lo que estás viendo es de verdad. Una vez que superes ese primer día de inseguridad y nervios y quieras huir un poco de la multitud, sube aVyšehrad y observa la ciudad y el río desde lo alto. Las vistas son mágicas y el lugar poco frecuentado por turistas. Si te quedas unos días, ir a ver una ópera en elNarodní Divadlo es también una actividad muy recomendable.
DESTINOS Y ACTIVIDADES
Si estás pensando en unas vacaciones diferentes, déjanos aconsejarte los mejores lugares que ver en República Checa. ¡Te va a encantar!
¿Pensabas que este pequeño país en el corazón de Europano tenía nada interesante más allá de Praga? Localidades históricas presididas por castillos y palacios, balnearios mundialmente conocidos, tesoros naturales y culturales, monumentos reconocidos por la Unesco y una sorprendente gastronomía con excelentes vinos son algunas de las muchas razones para viajar a República Checa.Te las contamos en BELLE TOURS.
PRAGA
La capital del país encabeza esta lista de mejores lugares que ver en República Checapor motivos más que evidentes. La ciudad de las cien torres es una de las más hermosas del mundo, y su casco histórico, Patrimonio de la Humanidad. Un imponente castillo, el famoso Reloj Astronómico del Ayuntamiento, serpenteantes callejuelas del Barrio Judíoretratadas por Kafka en sus novelas, puente de Carlos o el río Moldava al que homenajeó Smetana son motivos suficientes para conocerla en cualquier época del año.
ČESKÝ KRUMLOV
También inscrita en la lista de la Unesco, Český Krumlov es ideal para pasear por sus pintorescas calles mientras contemplamos fachadas de colores de casas burguesas, y comercios tradicionales antes de subir a la Torre del Palacio, desde la que se observa una de las mejores panorámicas que ver en República Checa. Y, si tienes pensado escaparte en verano, no te pierdas el Festival Internacional de Música, que durante cuatro semanas ofrece una amplia gama de conciertos con melodías desde el siglo XV hasta el XXI.
BRNO
¿Tienes pensado viajar a República Checa con niños? La segunda urbe más grande de la nación abrió hace poco un sistema de pasadizos subterráneos que hará las delicias de los más pequeños, a una profundidad de ocho metros y donde podrán admirar una prisión o un taller alquimista. La catedral gótica de San Pablo y San Pedro, en la colina de Petrov, es el punto dominante de Brno, frente a la que destaca la fortaleza de Špilberk, antigua cárcel convertida en museo, o el Planetario.
KARLOVY VARY
La más importante de las metrópolis que forman el famoso triángulo de los balnearios, junto a Mariánské Lázně, Františkovy Lázně y Jáchymov, es la segunda más popular que visitar en República Checa. Sus 13 fuentes medicinales sirven para el tratamiento de diferentes afecciones y uno de los mejores planes para aprovechar el tiempo es reservar habitación en alguna de sus casas termales o en el Grandhotel Pupp, considerado uno de los alojamientos más lujosos del mundo.
PILSEN
¿Eres un cervecero confeso y no sabes qué visitar en República Checa? Corría el año 1842 cuando Josep Groll fabricó la que se convertiría en la ‘rubia’ más imitada del mundo. Toda la región de Pilsen está vinculada al ‘pan líquido’ más cotizado, pero es en la villa de igual nombre donde encontrarás típicas tabernas desde las que admirar la catedral de San Bartolomé, jarra en mano. Y, por supuesto, rutas temáticas para descubrir los mejores locales donde beberla o visitas para conocer el proceso de elaboración de la Pilsen.
MIKULOV
En mitad de un bucólico valle cubierto de viñedos centenarios y rocas de color blanco, Mikulov se alza majestuoso en un paisaje de ensueño en plena Moravia del Sur. Otra de las ciudades que ver en República Checa si te gusta el vino de calidad, acoge un importante número de monumentos, con su palacio barroco a la cabeza, además de varias bodegas donde aprender todo lo necesario sobre la tradición del cultivo de la cotizada vid de esta región.
JIčÍN
Albrecht von Wallenstein, hombre de negocios, político y una de las personas más poderosas de Europa, era dueño de la mayoría de palacios de la región y se obsesionó con hacer de Jičín el ‘Versalles checo’. Para ello, contrató a los mejores arquitectos de la época, prestó dinero a los menos pudientes para que mejoraran sus viviendas y, hoy en día, es posible admirar en ella un buen número de elegantes edificios, siendo otro de los motivos por los que viajar a República Checa. De verdadero cuento.